Dictada en primera instancia por el
Tribunal de Apelación de Aix-en-Provence ( Francia), pena de cuatro años de cárcel contra
Jean-Claude Mas, fundador de la empresa que fabricaba y comercializaba los implantes
mamarios fraudulentos PIP, se le consideró culpable de fraude agravado y fraude
contra la empresa alemana de certificación a la cual estuvo engañando durante
años por la composición del gel de las prótesis.
.El empresario deberá también pagar
una multa de 75.000 euros y tiene prohibido ejercer una profesión en el ámbito
sanitario o médico.
El tribunal ratificó igualmente la
culpabilidad de otros cuatro antiguos empleados de la empresa, condenados a
penas de hasta tres años de cárcel.
Hay que hacer notar que la empresa PIP
llegó a obtener 84 % de su facturación fuera de Francia, esencialmente en
América Latina, donde en países como Venezuela se estima que 33.000 mujeres
recibieron esos implantes.
Jean-Claude Mas, en 2012 cumplió ocho
meses de detención provisional, en esa
ocación admitió que en el año 2013
utilizó una silicona industrial, pero afirmó que sus prótesis no suponían
ningún riesgo sanitario y acusó a las mujeres que lo llevaron ante los
tribunales de ser "frágiles" y de pretender "sacarle el
dinero".
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